lunes, 7 de enero de 2013

Comentario sobre capítulo n° 10 del libro de "Orientación Psicopedagógica y Calidad Educativa", de Rafael Sanz Oro.

 Imagen de portada del libro Orientación psicopedagogica y calidad educativa

Resumen

     En esta oportunidad me permitiré comentar el capítulo número 10 sobre "La orientación del futuro" del libro Orientación Psicopedagógica y Calidad Educativa del profesor - autor español Rafael Sanz Oro, nos lleva a replantearnos varias interrogantes concernientes a la Orientación del futuro. Para ello, el entender los roles del orientador es de suma importancia, ya que esto permite saber los espacios donde debiera "moverse" este profesional, un hacer que el líder - orientador debe estar impregnado de querer cambiar o transformar su escuela o liceo y si a eso se agrega el interés de la organización por poseer una educación de calidad y además si se reconoce al orientador como la persona idónea esto llevara al surgimiento de nuevos roles y con ello competencias para cumplir con esas  necesidades.

     El autor nos señala que la formación del orientador para las futuras necesidades debe estar adaptándose constantemente y que estos deben presentar competencias que les permitan desarrollarse adecuadamente, es decir, proactivos, preventivos, especialista en desarrollo y revalidar frente a los demás integrantes de la comunidad educativa los roles y funciones del orientador, es decir, que los programas de orientación sean más pertinentes a la realidad de la escuela; que la orientación este integrada desde los primeros años escolares y que fortalezca el desarrollo de los educandos; establecer una relación de ayuda más estrecha con los padres y apoderados y con ello reencantar a los padres con la escuela. Sanz Oro señala que para lograr satisfacer estas necesidades futuras, se hace necesario cambiar los métodos tradicionales que se empleaban y centrarse en tareas de prevención y desarrollo, como también que el currículum de formación se adapte a las necesidades de una sociedad multicultural, esto se ve graficado en las sugerencias establecidas en la primera Conferencia Nacional de Association for Counselor Education and Supervision de Estados Unidos, donde se resalta la necesidad de trabajar con pequeños y grandes grupos, trabajar en equipo, desarrollar redes de apoyo, entre otros aspectos.

     Ahora todas estas sugerencias permiten señalar que el cliente - alumno será un ser social e intelectualmente distinto al de hoy, que deberá ser preparado para adaptarse y transformarse constantemente, como también deberá estar preparado para el uso de las nuevas tecnologías y con ello el orientador deberá responder a estas nuevas necesidades, es decir, deberá un rol más de enlace o facilitador entre las necesidades y los recursos, ser un especialista en recursos comunitarios, asesorar a la familia y a grupos pequeños, ser un profesor - educador integrado al equipo educativo y un especialista en recursos comunitarios.

     Por último, el autor plantea las tendencias en la investigación, la cual no es muy extensa en su país, pero se presentan dos hechos relevantes que es la inserción de la orientación en el sistema educativo y que en las universidades se está implantando planes de estudio de psicopedagogía que permiten una mejor preparación. Termina mirando las realidades extranjeras que muestran lo que debiera tomarse en cuenta en el proceso de formación y posterior trabajo de este profesional, donde las perspectivas futuras son bastantes auspiciosas, pero llenas de desafíos.


Comentario o conclusiones

- El orientador esta obligado a preguntarse o cuestionarse ¿Cuál va a ser su rol y función en el futuro?
- El orientador del futuro deberá lidiar con el poder, principalmente con el uso del poder en los  centros educativos, para lograr sus objetivos.
- Dar mayor relevancia a un trabajo de intervención con grupos pequeños o más numerosos, a diferencia del trabajo individual que se realiza hasta ahora.
- El orientador deberá ampliar su rango de acción y trabajar no solo con los alumnos(as), sino también  con los demás componentes de la comunidad educativa, entiéndase profesores, padres y apoderados, e incluso, establecer redes sociales con otros profesionales e instituciones externas a la unidad educativa.
- El orientador debe preparse día a día (competencias), en las diferentes áreas que sean pertinentes para entregar un mejor servicio a su cliente - alumno(a).
- El orientador debe ser un articulador dentro de la comunidad educativa, un líder proactivo, preventivo y con una alta profesionalización, es decir, un referente para todos los integrantes de la escuela e incluso fuera de ella.

Bibliografía

1.- Sanz Oro, R. (2001). Orientación Psicopedagógica y Calidad Educativa. Ediciones Pirámide, Madrid (España).


Por:  Miguel Pacheco Córdova, Orientador Educacional, Vocacional y Laboral, PUCV.





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